Pedro desarrolló su labor profesional en varios puntos de la geografía española, entre otros Granada, Cerralbos (Toledo) y Pamplona, estableciéndose de forma permanente y hasta el final de su vida en Elche (Alicante). Aquí desarrolló su profesión como médico especialista en dermatología médico-quirúrgica y venereología, trabajando tanto para la Seguridad Social como en su consulta privada.
El Doctor Parejo y su mujer no tuvieron hijos propios, pero desarrollaron una relación muy estrecha con la familia de María, que residía en la provincia de Murcia. Allí pasaban gran parte de su tiempo libre, fines de semana y vacaciones, disfrutando de sobrinos, hermanos, cuñados y amigos de la familia. Debido a sus múltiples visitas en dicha capital, Pedro terminó teniendo pacientes fijos a los que nunca dejó de atender cuando acudía a Murcia.